lunes, 25 de diciembre de 2017

Un buen año

    Llega el final del año y recapacito sobre mis industrias y andanzas de 2017. Un año curioso, de cambios siempre para bien y de desarrollos, de descubrimientos e inesperados viajes y encuentros. En la vida, uno se encuentra ante situaciones que le abocan a llevar un camino u otro y estoy orgulloso de los senderos que he tomado ante las situaciones que se me han impuesto ya sea por otras personas o por la vida misma. 
    En marzo, viajé a Barcelona, a conocer a unos viejos amigos con quienes compartía (y comparto) una amistad desde 2007, a raíz de un artículo en la revista National Geographic. 
Carl Safina y Patricia Paladines, desde Nueva York a Barcelona. Carl es autor de varios libros y ha dedicado su vida al estudio del comportamiento de los animales y a la protección de la vida salvaje, así como a la divulgación de la naturaleza.
    En el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona se celebró el festival Kosmopolis, donde mi amigo Carl habló sobre conciencia animal, empatía, aprendizaje, imitación y otros tipos de comunicación no verbal entre los animales. Aunque íbamos muy apretados de tiempo, pude ir a verles y darles un fuerte abrazo tanto a Patricia como a Carl y escuchar atentamente la interesante charla de Carl:
    Son personas a las que quiero y admiro, y les agradezco infinitamente sus mensajes de apoyo en tiempos difíciles, pues yo, como muchos otros niños, sufrí acoso escolar y sus palabras siempre me ayudaron. Nunca olvidaré un párrafo que me escribió Carl allá por 2008: "Don't waste time and energy hating your situation or your city, think about how you will educate yourself and get the skills that will allow you to leave and to do more of what you want. Because you see the difference, you will be better motivated to work and better able to appreciate the opportunities that you will open up for yourself". Y es verdad que, haciendo caso de sus palabras, he podido contemplar cambios profundos a medio plazo.
    Dejando atrás el oscuro invierno, la primavera siguió soleada y poco lluviosa, aunque llena de flores, sobre todo orquídeas. Recorrí varios puntos de la provincia de Albacete con mi amigo Juan Pablo López Aracil, con quien descubrí varias joyas botánicas interesantísimas.
Algunas observaciones botánicas de interés con mi amigo Pablo: de izq. a der. Cistus creticus, Neotinea maculata, Ophrys sphegodes, Himantoglossum hircinum, Ophrys scolopax.
    En primavera, estuve varios días en Madrid, haciendo un poco de ilustración científica con los de Il·lustraciència. Aprovechando la visita, me pasé varias mañanas en el Real Jardín Botánico, donde me lo pasé pipa.
    A lo largo de los meses siguientes, visité también otros lugares de mi provincia, algunos con paisajes espectaculares y especies que nunca había visto, sorprendentes todos ellos. Y no sólo en Albacete, sino también de otras provincias y regiones. El verano llegó como lo esperaba, lleno de "bicheo" a raudales, solo, con compañeros de Fauna y Flora de Albacete o con otros amigos que también aman la naturaleza. 
    En el patio de casa, he notado un gran cambio, pues nunca había visto tal cantidad de animales nuevos visitando mis plantas. Hasta he tenido un nido de mirlo en el saúco a la vez que uno de gorriones en un hueco del tejado y otro de golondrinas (las de todos los años).
Sarcophaga sp.
Chrysotoxum intermedium
Menemerus semilimbatus
    También en la costa pude bichear bien, como escribí en esta entrada de julio. Lo pasé (pasamos) en grande. Y finalmente, me fui a Galicia, a ver a mi amigo Alfonso. Eso sí que fue una aventura, una buena andanza. Posteriormente, junto a María del Mar, hemos seguido explorando la Tierra, lo que nos han permitido los estudios y el trabajo.
Domingo, mi nuevo amigo.
    Poquito a poquito, he conseguido hacer de este año uno muy especial. Las piezas del "destino", o como queramos llamarlo, las voy poco a poco encajando unas con otras, conformando el camino empedrado por el que he de transitar por la vida, fijándome siempre en la naturaleza, intentando protegerla y compartir su belleza con todos. Además, este año, he recolectado más bellotas que nunca, de las tres quercíneas más extendidas por la provincia de Albacete. En ARBA estamos que nos salimos.
    De lo que más orgulloso estoy este año es de la cantidad de paseos que me he dado por la Sierra de mi pueblo, donde he encontrado nuevos registros de plantas la mar de interesantes, tanto solo como con María del Mar y con Pablo. Olé.
Con las Colutea hispanica.
Con el olmo viejo del Rincón de Haro (Sierra de Chinchilla).
    Gracias a todos mis amigos, a María del Mar, Marta, Nuria, Alfonso, Pablo, Ismael, Alberto, Fanny, Debbie, María (Meri Yeinn), Jose, Patri, a todos los del grupo de Fauna y Flora de Albacete i als meus pares i germana perquè sense vosaltres no sería qui soc, y a todos aquellos que me habéis acompañado y os habéis portado conmigo como verdaderos amigos, que no os nombro porque si no no tengo suficiente espacio en el blog. Feliz 2018.

Estos son los sitios donde se han posado mis pies este año: dos países y miles de kilómetros recoridos. ¿Qué me deparará el 2018?

5 comentarios:

  1. Si me vuelven a destinar a la comarca de Segura cuento con que el 2018 te depare alguna que otra salida por allí.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Genial, Carlos, me encantaría bichear contigo. Si alguna vez te vienes por La Mancha, avisa. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Un año repleto de experiencias, descubrimientos, andanzas y buenos ratos en efecto :) Te deseo que se repita en 2018.
    Y seguiré yo disfrutando leyéndote y con tus fotos. ;)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Sin lugar a dudas, un buen año lleno de avistamientos, entradas compartidas que se agradecen un montón... Espero y deseo que este que iniciamos siga por esos derroteros: Feliz año, Guillermo.

    ResponderEliminar

Trato de responder a todos vuestros mensajes, aunque sea solamente para dar las gracias.